La incesante subida de los rendimientos de los bonos no impulsa al dólar

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23 octubre 2023

Autor
Enrique Díaz-Álvarez

Director de Riesgos Financieros de Ebury
Enrique es responsable de toda la gestión de la operativa y procesos de tesorería. Figura clave en Bloomberg como principal analista de FX y de tendencias macroeconómcias del mercado.

El dólar estadounidense cotizó en un rango bastante estrecho frente a la mayoría de sus pares la semana pasada, terminando ligeramente a la baja frente a la mayoría de las divisas europeas (salvo la libra esterlina).

T
odos los movimientos fueron modestos, pero llama la atención que, una semana más, la subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo de EE.UU. no haya logrado impulsar significativamente al billete verde. Esto sugiere que, al nivel actual, la cotización del dólar ya descuenta un escenario muy positivo para la economía de EE.UU. y rendimientos más altos durante mucho más tiempo. Esto, junto con el posicionamiento de los traders y un consenso en largo cada vez mayor, sugiere que las subidas del dólar pueden ser limitadas a partir de ahora.

Esta semana, la atención se centrará en la reunión del BCE del jueves. No se esperan cambios en la política monetaria, por lo que el foco estará en los comunicados del banco. En el frente macroeconómico, la atención se centrará en los importantes índices PMIs de actividad empresarial que para los países del G3 se publican el martes. Se espera que las lecturas de Europa sean sombrías, en contraste con las de EE.UU., que se espera que sean más sólidas. El viernes se publicará la inflación de los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) en EE.UU., el indicador preferido de la Reserva Federal. Los operadores también seguirán de cerca la evolución de la situación en Israel, aunque el impacto de la crisis en los mercados en general, y en las divisas en particular, ha sido hasta ahora muy limitado.

EUR

La estabilización de los datos macroeconómicos chinos debería haber proporcionado un telón de fondo positivo para la moneda común, pero la crisis de Oriente Medio puede ser otro varapalo para el crecimiento, principalmente debido a la subida de los precios de la energía. El BCE tiene que sortear estos riesgos de estanflación, y esperamos que la institución mantenga su política monetaria sin cambios en su reunión de este jueves. De hecho, los mercados de swaps no ven ninguna posibilidad de cambio en los tipos, y creen que el próximo movimiento en los tipos será un recorte hacia mediados de 2024.

Su presidenta, Christine Lagarde, tendrá que andar con pies de plomo, ya que los riesgos para el crecimiento han aumentado sustancialmente, pero la inflación subyacente sigue siendo obstinadamente alta y su tendencia a la baja muy tímida.

USD

La economía estadounidense se sigue encogiendo de hombros ante el incesante aumento de los tipos de interés. A pesar de que los rendimientos de los bonos del Tesoro se sitúan por encima del 5% y los tipos hipotecarios por encima del 8%, los datos económicos siguen sorprendiendo al alza la mayoría de las veces.

Se espera que la cifra de crecimiento trimestral del PIB, que se conocerá este jueves, se sitúe por encima del 4% en términos anualizados, lo que es coherente con un crecimiento nominal del PIB de en torno al 8%. La brecha con las economías del otro lado del Atlántico no podría ser más marcada, y la cuestión es hasta qué punto esta brecha se refleja ya tanto en los altos niveles del dólar como en el consenso del mercado sobre una mayor apreciación de la divisa.

GBP

Unas cifras de inflación superiores a las esperadas y unas ventas minoristas débiles en septiembre fueron noticias poco gratas para el Banco de Inglaterra la semana pasada. Una inflación subyacente obstinadamente alta y una cierta pérdida de impulso económico son coherentes con la estanflación, mientras que los aumentos salariales muy elevados aumentan el riesgo de efectos de segunda ronda y de una congelación de las expectativas de inflación en los altos niveles actuales.

Aunque la libra cotiza a niveles de valoración innegablemente atractivos, los mensajes moderados del Banco de Inglaterra y su reticencia a subir los tipos de interés pueden retrasar cualquier subida sostenida a corto plazo. Los próximos datos sobre el desempleo (martes) y los índices PMIs de octubre (miércoles) serán importantes para la libra esta semana. Los inversores también tendrán un ojo puesto en la reunión del Comité de Política Monetaria (MPC) de noviembre, que se celebrará la semana que viene. No se esperan cambios en los tipos de interés, aunque los inversores esperan obtener más claridad sobre los planes del banco a corto plazo en materia de política monetaria.

JPY

El nivel de 150 en el tipo de cambio USD/JPY sigue ofreciendo una resistencia tenaz, en mitad de una combinación de factores técnicos, operaciones algorítmicas y especulaciones de intervención. Aunque el yen ha perdido gran parte de su atractivo como refugio seguro debido a la postura política ultra moderada del Banco de Japón, también podríamos asistir a una modesta huida hacia la relativa seguridad del yen a medida que prosigue el conflicto en Oriente Medio.

Las expectativas sobre la política monetaria del BoJ siguen siendo clave para el yen. La noticia de que el mayor sindicato de Japón, Rengo, tiene previsto pedir un aumento salarial del 5% el año que viene respalda los argumentos a favor de una política más restrictiva del Banco de Japón de cara a la reunión del banco central de la semana que viene. La debilidad del yen, el aumento de las presiones salariales y la obstinada tasa de inflación «subyacente subyacente», que en septiembre se estancó en un 4,2%, por encima de las previsiones, ha planteado la posibilidad de que el BoJ deseche su política del control de la curva de rendimientos (YCC por sus siglas en inglés) la semana que viene. Si el banco lo hiciera, los mercados aumentarían las apuestas a favor de una primera subida de tipos a principios de 2024, lo que podría proporcionar un fuerte apoyo al yen hacia finales de mes.

CNY

Una vez más, el yuan chino terminó la semana con pocos cambios frente al dólar estadounidense y más o menos en medio del raning de resultados de las divisas de los mercados emergentes. La semana pasada, la atención recayó en los datos económicos, aunque sólo supusieron un alivio temporal para el yuan. El crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue de un sólido 1,3% intertrimestral, aunque se vio empañado por una revisión a la baja bastante significativa del crecimiento en el segundo trimestre (del 0,8% al 0,5%). Los datos de septiembre, en conjunto, fueron positivos, y tanto las ventas al por menor como la producción industrial sorprendieron al alza. El inesperado descenso del desempleo al 5% es otra señal positiva. Los datos no alivian todas las preocupaciones y la situación inmobiliaria sigue siendo un problema, aunque es una señal optimista que sugiere que lo peor de la desaceleración podría haber pasado.

A diferencia de la anterior, el calendario económico nacional de esta semana está casi vacío, aparte de los datos del viernes sobre los beneficios industriales de septiembre. Por tanto, la divisa china podría evolucionar principalmente en función de la coyuntura exterior.

 

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