El giro moderado de la Reserva Federal hunde al dólar

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18 diciembre 2023

Autor
Enrique Díaz-Álvarez

Director de Riesgos Financieros de Ebury
Enrique es responsable de toda la gestión de la operativa y procesos de tesorería. Figura clave en Bloomberg como principal analista de FX y de tendencias macroeconómcias del mercado.

Tal y como anticipamos ya el pasado lunes, la volatilidad ha sido la protagonista en los mercados de divisas en una semana marcada por las últimas reuniones de política monetaria del año de los bancos centrales del G3.

L
a Reserva Federal dio un giro hacia los recortes de tipos, tanto en la retórica como en sus previsiones reales sobre los tipos de interés del “diagrama de puntos”. Por el contrario, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Inglaterra se mostraron agresivos y se opusieron a las expectativas del mercado sobre los recortes de tipos, a pesar de las recientes noticias más bien negativas procedentes de Europa. Los mercados han celebrado el anuncio de la Fed, lo que ha llevado a una fuerte subida de las acciones, los bonos y casi todas las divisas (salvo el dólar).

El periodo vacacional y la baja actividad se cierne sobre los mercados. Las reuniones de los principales bancos centrales ya han quedado atrás, por lo que no habrá muchos datos relevantes. Los comunicados de los bancos centrales serán clave; por primera vez en mucho tiempo parece haber una sorprendente diferencia de perspectivas entre la Fed, por un lado, y los responsables de la política monetaria europeos, por otro. Esta divergencia va en dirección opuesta a la que existe entre los resultados económicos a ambos lados del Atlántico, ya que la economía estadounidense sigue creciendo mientras que la de la eurozona parece contraerse de nuevo. Además de obtener más claridad sobre este desconcertante contraste, esta semana se publicarán los datos de inflación del Reino Unido (miércoles) y de Estados Unidos (jueves).

EUR

El discurso de línea hawkish del BCE durante la reunión de diciembre no fue especialmente oportuno. Al día siguiente, los índices PMIs de actividad empresarial relativos a diciembre sorprendieron a la baja. Una lectura desalentadora que se adentra en niveles de contracción y que parece confirmar que la eurozona ha entrado en recesión técnica en el segundo semestre de 2023.

El euro cedió cerca de la mitad de las ganancias que había obtenido tras la reunión de la Fed al conocerse los datos. Independientemente de la retórica del BCE, pensamos que será difícil que la moneda común suba de forma convincente hasta que veamos un giro sostenido a mejor en el pesimismo en torno a la situación económica de la eurozona.

USD

El dólar oscila impulsado por dos fuerzas opuestas: el aparente giro moderado de la Reserva Federal y la fortaleza relativa y absoluta de la economía estadounidense. Lo primero quedó en evidencia la semana pasada por un «diagrama de puntos» en el que la mediana de los miembros de la Fed aumentó de una a tres su expectativa de recortes de tipos de interés en 2024. Una serie de datos de segundo nivel, como las ventas minoristas y las solicitudes semanales al subsidio por desempleo, confirmaron lo segundo la semana pasada.

De momento, el giro a moderado de la Fed gana el pulso, aunque el dólar sigue siendo sensible a las malas noticias económicas en otros lugares, así como a cualquier signo de retroceso frente a las expectativas de recortes por parte de los miembros de la Fed.

GBP

La semana pasada, el Banco de Inglaterra nos sorprendió con un tono bastante agresivo. Tres de los nueve miembros del Comité de Política Monetaria votaron a favor de subir los tipos y no modificaron su orientación futura, lo que contrasta significativamente con los recortes de tipos previstos por los mercados.

Como resultado, la libra repuntó con fuerza y al día siguiente recibió un nuevo impulso frente al euro, gracias a unos datos del índice PMI sorprendentemente buenos. La fuerte mejora del subíndice relativo a los servicios sugiere que la economía británica está creciendo de nuevo y evitará una recesión, una tendencia opuesta a la de la eurozona. Un banco central agresivo y la mejora de la confianza económica deberían proporcionar un sólido apoyo a la libra en las próximas semanas.

JPY

Aparte de la corona noruega, el yen fue el gran beneficiado entre las divisas del G10 la semana pasada, ya que los inversores celebraron el giro moderado de la Fed y la esperada reducción de los diferenciales de tipos entre EE.UU. y Japón. El yen ha subido alrededor de un 6% desde sus mínimos, ya que los miembros del Banco de Japón insinúan por fin que podría producirse un cambio en la política monetaria en un futuro no muy lejano. Se prevé que los tipos de interés se mantengan sin cambios en la reunión del BoJ de este martes, aunque esperamos un cambio en la retórica sobre la inflación y/o en sus orientaciones futuras sobre los tipos de interés, que apunten a una primera subida de tipos a principios de 2024. Esto podría implicar la supresión oficial de la política de control de la curva de rendimientos del banco, que se abandonó de hecho cuando se relajaron los parámetros del programa en octubre.

Una serie de comunicados de línea dura esta semana, que abra la posibilidad de poner fin a los tipos negativos en el primer trimestre del próximo año, probablemente llevaría a una apreciación adicional del yen. Sin embargo, si los responsables de la política monetaria se oponen a las expectativas de tipos más altos, entonces asistiremos a una depreciación de la divisa nipona.

CNY

El giro de la Reserva Federal contribuyó a que el yuan subiera la semana pasada a su posición más fuerte desde junio frente al billete verde. Por otra parte, su cesta de divisas ponderada por el comercio cayó a su nivel más bajo desde septiembre. El balance de los datos nacionales publicados la semana pasada fue negativo. Los datos de financiación de noviembre defraudaron, y a ellos siguieron las ventas al por menor, que tampoco estuvieron a la altura de las expectativas. Este último dato no ayuda a disipar las preocupaciones sobre los problemas crónicos de consumo en China. La producción industrial fue mejor de lo esperado, pero el panorama económico general sigue siendo bastante sombrío.

Las autoridades intentan ayudar ofreciendo su remedio habitual: más liquidez. La semana pasada se produjo la mayor inyección de liquidez de la historia a través de la facilidad de préstamo a medio plazo (MLF): 800.000 millones de yuanes de fondos frescos además de la refinanciación. Como los datos no muestran una salida del letargo, las peticiones de ajustes de los principales instrumentos de política monetaria son cada vez más fuertes. Una mayor relajación de la política en los próximos meses no sería una sorpresa si no vemos una mejora significativa en los datos. Esta semana, los tipos de interés de referencia de los préstamos se mantendrán sin cambios.

 

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