USD: Vemos un Dólar más débil frente a la mayoría de las monedas principales

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28 agosto 2019

Autor
Enrique Díaz-Álvarez

Chief Risk Officer at Ebury. Committed to mitigating FX risk through tailored strategies, detailed market insight, and FXFC forecasting for Bloomberg.

El Dólar estadounidense (USD) se recuperó frente a sus principales pares después de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal en julio. La moneda alcanzó su posición más fuerte en más de dos años después de la reunión a pesar de que el banco central de EE.UU redujo los tipos de interés por primera vez en más de una década.

L
a Reserva Federal se ha embarcado en un drástico cambio político desde su última alza de tipos de interés en diciembre. En medio de los riesgos derivados de las crecientes tensiones comerciales entre EE.UU y China, los responsables de política monetaria han pasado de señalar que alzas adicionales estaban en camino a reducir los tipos en 25 puntos básicos hasta un nuevo rango de 2,00- 2,25% en su reunión de julio. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que tipos más bajos eran consecuencia directa tanto de la débil inflación interna como de las crecientes preocupaciones sobre una escalada en el conflicto comercial entre EE.UU y China.

Las negociaciones entre ambos países empeoraron en mayo y el presidente Trump subió, inesperadamente, los aranceles existentes sobre productos chinos, por valor de 200 mil millones de dólares, del 10% al 25%.

Aunque la cumbre del G20 en Japón a finales de junio llevó a los aranceles a un alto al fuego temporal y prometía la reanudación de las conversaciones comerciales, Trump impuso aranceles adicionales del 10% sobre productos chinos por valor de 300 mil millones de dólares a principios de agosto, los cuales se llevarán a efecto el 1 de septiembre. Por su parte, China parece estar lista para tomar represalias al detener las compras de productos agrícolas estadounidenses y permitir que su moneda descienda.

En línea con nuestras expectativas, el FOMC votó a favor de reducir los tipos en 25 puntos básicos volviendo a un rango de 2,00- 2,25%, desafiando así a aquellos que buscaban una reducción más agresiva de 50 puntos básicos. El dólar estadounidense, en realidad, subió drásticamente tras el anuncio ya que los inversores consideraron la reducción como un “recorte agresivo”. El voto entre los miembros del FOMC no fue unánime, con dos miembros del comité, Esther George y Eric Rosengren, a favor de tipos sin cambios. Los comentarios de Powell en la rueda de prensa tampoco fueron tan moderados como el mercado había anticipado. Expresó optimismo sobre la fortaleza del mercado laboral de Estados Unidos, al tiempo que destacó la reciente mejora en los datos de ventas minoristas y la resistencia general que muestra la economía nacional frente a la incertidumbre global calificando, el recorte, como un “ajuste de mitad del ciclo”.

El aumento del apetito por los recortes tiene mucho que ver con la falta de presión inflacionaria de la economía estadounidense. La tasa principal de crecimiento de precios al consumidor en Estados Unidos ha estado por debajo del objetivo del banco central del 2% en cada uno de los últimos siete meses. La medida de inflación preferida por la Reserva Federal, el índice PCE, se quedó en el 1,4% en junio, mientras que el PCE subyacente está en 1,6%, bastante por debajo del objetivo. Sin embargo, observamos que la medida básica de inflación, que elimina los componentes volátiles de alimentos y energía, se ha mantenido en el objetivo del 2% o por encima de él. Un desempeño, aún, relativamente sólido en el mercado laboral, especialmente un fuerte crecimiento de los salarios, podría mantener los precios elevados este año.

Como hemos mencionado, la Fed se ha mantenido optimista sobre la economía nacional, con sus preocupaciones centradas, en gran medida, en las tensiones comerciales. Gran parte de la desaceleración del segundo trimestre fue provocada por una fuerte disminución en el crecimiento de la inversión empresarial, aunque el gasto de los consumidores repuntó con fuerza desde principios de año.

Sin embargo, no creemos que se vaya a producir una recesión inminente o incluso una desaceleración significativa. El crecimiento interanual de los salarios ha disminuido desde que alcanzó en febrero un máximo de 10 años, aunque sigue siendo alto según los estándares recientes. La economía de Estados Unidos también creó 164,000 empleos en julio. Si bien el promedio de doce meses ahora está nuevamente por debajo del nivel de 200,000 y en su nivel más bajo desde abril de 2018, creemos que estamos lejos de los niveles de creación de empleo que garantizarían un ciclo de relajación sostenido.

Los comentarios, menos moderados de lo esperado, de Jerome Powell en la reunión de julio no cumplieron con las expectativas del mercado, que había estado cotizando otros dos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal a finales de año. Si bien Powell no afirmó que no se trataba de un escenario de “uno y hecho”, sí indicó que los recortes adicionales dependerían de los datos. Sus declaraciones de que “nada en la economía de Estados Unidos representa una amenaza importante en el corto plazo” es una indicación de que necesitaríamos ver un deterioro importante en las noticias macroeconómicas de los próximos meses para forzar, una vez más, la mano de la Reserva Federal. Nuestra visión, relativamente optimista, sobre el comercio global nos lleva a pensar que el anuncio arancelario de Trump en agosto ha renovado la posibilidad de otro recorte de tipos en septiembre, aunque consideramos que tendríamos que ver un deterioro significativo en las condiciones macroeconómicas mundiales para desencadenar una ciclo agresivo de relajación.

A pesar de lo comentado, creemos que la proyección de recortes de tipos de la Reserva Federal es menor que la del Banco Central Europeo y, de hecho, que la mayoría de los otros bancos centrales del G10. Además, hay más espacio para recortes allí que en la Eurozona. Esto, en nuestra opinión, debería respaldar nuestro pronóstico para un Dólar estadounidense ampliamente más débil frente a la mayoría de las monedas principales. Por lo tanto, mantenemos nuestra llamada a un movimiento gradual al alza en el EUR/USD. Sin embargo, revisamos a la baja el camino a corto plazo para el par con el fin de reflejar la postura, menos moderada de lo esperado, adoptada por el FOMC en su última reunión en julio.

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